El entorno escolar es el que la mayoría de niños con MS escoge para determinar su rechazo al habla.

Voy a tratar de explicarles las distintas formas comportamentales que puede adoptar un niño/a con Mutismo Selectivo desde que sale de su casa para ir al colegio hasta que vuelve a entrar en casa.

Si es el padre o la madre quien se encarga de llevar al niño/a al colegio, éste no va a modificar su comportamiento hasta que no llega a unos 200 metros del colegio. 

El niño/a adoptará una actitud de no querer comunicarse con nadie, incluso ni con el padre o madre que le está llevando al colegio, su mirada se apagará y apuntará al suelo, mirando a otros lados sin dirigir la mirada a los demás.

Cuando llega a las puertas del colegio, éste seguirá adoptando la misma actitud incluso hasta cuando se encuentra en la misma aula con el profesor y con sus compañeros. Es habitual ver al niño/a con Mutismo Selectivo tener a uno o dos amiguitos de su misma edad o de edades inferiores, es con éstos con quienes congeniará y serán los que transmitan a los demás y a los profesores como se encuentra y que es lo que quiere o desea. pasando la información a través del amiguito o amiguita.

Los amiguitos “elegidos”, harán de mensajeros y a la vez de puente entre los demás, también pueden hacerlo fuera del colegio, aunque en algunos casos son elegidos sólo para el colegio y nada más. En el aula su comportamiento pasa en algunos casos extremos por no pedir nada a nadie, ni tan siquiera al amiguito elegido, en algunos casos extremos se han orinado encima por no solicitar ir al baño. Para ello, los profesores generan sus estrategias que en la mayoría de los casos no funcionan con respecto a su estado de MS, algunos optan porque escriba en un papel siempre que quieran hacer algo. Esta medida no es del todo correcta porque se le está dando la oportunidad de establecer comunicación de forma no verbal a alguien que tiene una comunicación verbal del todo fluida pero que en ciertos contextos no lo hace.

Las tácticas en la escuela que se realizan para salir del paso, en general tienen poco o nada de fundamento terapéutico y rozan lo inservible.

Para el niño/a con Mutismo Selectivo la escuela es el bastión más importante y el más duro de acceder a lo largo de todo el tratamiento, siendo habitualmente el que más tardará en mejorar. Eso no quiere decir que no se pueda eliminar ésta conducta escolar, pero si que hay que entender que puede que se trate del contexto más complicado de mejorar y el requiere mayor dedicación.

A lo largo de mis años de experiencia he podido comprobar que sólo el 30% mejoran en el contexto escolar antes que en los demás sitios. Es un alto porcentaje de niños/as los que mejoran antes en el contexto social que en el escolar.

En el aula, el profesor no sabe muy bien cómo actuar cuando tiene a un niño/a con Mutismo Selectivo. El niño con este trastorno estará aislado a las órdenes de los profesores, otros ejecutarán las órdenes pero no hablarán y se quedarán como mudos adoptando un estado de pasividad total que a la vez creará un estado tensional entre todos los que se encuentren en el aula, haciendo que el profesor se vea impotente ante la actitud del niño/a. Por otro lado, existen algunos profesores que tienden a establecer pautas de comunicación mediante el juego, o mediante entornos naturales que en algunos casos harán que el niño/a con Mutismo Selectivo ceda en algunos contextos y en cierto modo se comunique.

Algunos profesores se ven impotentes para realizarles la evaluación de lengua y suspenden al niño/a no dándoles la oportunidad de que la evaluación se haga de otra forma, otros sin embargo les comentan a los padres que lo graben en video y que posteriormente se lo enseñen para que pueda proceder a la evaluación mediante la grabación de vídeo.

El índice de inteligencia del niño con Mutismo Selectivo debe de ser muy alto, y digo debe ser porque no hay pruebas de inteligencia realizadas a priori sobre estos niños, pero en referencia a lo que ocurre con ellos podemos pensar que tienen que estar por encima de la media porque sin apenas haber comunicación, obtienen muy buenas notas en las demás asignaturas, eso no es otra cosa sino, que el niño con Mutismo Selectivo tiende a ser muy inteligente.

Y sino, ¿cómo se preguntan que ellos solitos con una edad de 2 años y medio empiecen a generar esta situación de Mutismo en contextos claros y elegidos por él para llevar a cabo unos cambios comportamentales que requieren un autocontrol muy definido?

Las test que realizamos en nuestra clínica son para establecer unas pautas específicas de tratamiento. En ellas podemos encontrar como positivo alto la ANSIEDAD. En estos casos es imprescindible tratar este tipo de problemas concomitantes al MS porque en realidad son situaciones que se han creado a partir del problema del Mutismo Selectivo y que en cualquier caso tienen que ser tratadas para mejorar ese y otros aspectos patológicos y/o comportamentales.

Siguiendo en la escuela, y a raíz del tratamiento que le estamos aplicando al niño/a veremos una serie de cambios, que habitualmente irán estableciéndose desde el exterior de la escuela hasta el aula o el patio del recreo. En primer lugar, veremos cambios sustanciales en la forma en la que llega al colegio. La forma rígida que adoptaba antes de llegar a la puerta del colegio va mejorando, ya no agacha la mirada, ya puede incluso “saludar con la mirada”. Posteriormente y conforme avanzamos en el tratamiento, veremos como el niño/a va mejorando en el patio o cuando entra al aula, ya saluda con la mirada, ya no agacha la mirada, y tiene otra morfología que no tiene nada que ver con el que tenía hacía unos meses. Posteriormente el niño/a adoptará una postura más abierta en relación al profesor o tutor, participando en grupos de niños, incluso hablando en voz baja. El patio y el aula pueden ser dos puntos de inflexión a la hora de la mejoría, puede que uno adelante al otro y viceversa. El niño/a irá mejorando desde la comunicación no verbal a la verbal y desde fuera hacia adentro.

Hay niños que sólo tienen MS con el tutor de la escuela, si que es verdad que en genera se acompaña de actitudes relacionadas con su problema comportamental pero en realidad habla con todo el mundo menos con su tutor. Se trata de un Mutismo Selectivo, aunque sólo sea con una persona, pero también hay que saber que el contexto que rodea a esa falta de comunicación tiene rasgos distintivos negativos que ya he comentado anteriormente.

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Ismael Fuentes Cortés

 

El Mutismo selectivo es un trastorno comportamental que tiene tratamiento. Tenemos más de 18 años tratando este tipo de trastorno con resultados muy buenos en la mayoría de nuestros pacientes.